Propiedades del hipérico.

El hipérico, también conocido como Hipericon, Corazoncillo o Hierba de San Juan (Hypericum perforatum) es un arbusto de pequeño tamaño que se encuentra de forma natural en bordes de caminos y carreteras.

Sus hojas vistas a contraluz presentan perforaciones, de ahí el nombre científico de «perforatum». Hojas y flores presentan glándulas secretoras de esencias, por lo que también se puede obtener aceite esencial de hipérico.

Además del hipérico silvestre, puede cultivarse de forma sencilla en huertos, jardines y macetas para disponer siempre de esta útil planta que combate la ansiedad, tiene una función «reparadora» sobre golpes y quemaduras o nos permite darnos un masaje contra dolores musculares.

Propiedades del hipérico.

La parte del hipérico empleada con propiedades medicinales es la sumidad florida o conjunto de flores, de color amarillo, que se florecen y se recolectan a finales de primavera, en torno al solsticio de verano. De ahí su nombre de Hierba de San Juan (24 de junio). Las propiedades del hipérico son fundamentalmente las siguientes:

antidepresivo y tranquilizante suave
antiséptico y cicatrizante

El hipérico en el botiquín natural.

Propiedades del hiperico en uso interno: el hipérico en infusión.

Por sus propiedades antidepresivas, las flores de hipérico se emplean en infusión para combatir estados de ansiedad y depresión con la ventaja de que no produce sueño. Antes de tomar una infusión de hipérico conviene tener en cuenta sus efectos secundarios y las interacciones con otros medicamentos.

Propiedades del hiperico en uso externo: el aceite de hipérico.

Por vía externa las flores de hipérico se emplean para elaborar el aceite de hipérico el cual presenta diversos usos.

El aceite de hipérico se emplea para dar masajes frente a dolores musculares de origen nervioso, como los provocados por lumbalgias (lumbagos) y ciáticas.

Además el aceite de hipérico posee un poder regenerador y balsámico sobre la piel sin olvidar su efecto antiséptico por lo que puede emplearse, directamente o como base para cremas y bálsamos, frente a quemaduras del sol o quemaduras domésticas, en pequeñas heridas, rozaduras y enrojecimientos de la piel o en golpes y contusiones.

Cómo hacer aceite de hipérico.

Recolectar las flores a finales de primavera o principios del verano, cuando estén abiertas.
Introducir en un bote de vidrio.
Añadir el aceite deseado (almendras, oliva, girasol,…) hasta que todas las flores estén bien cubiertas y cerrar el bote. El aceite de almendras es el más empleado para elaborar aceites de masajes y cosmética natural mientras que el oliva es ideal para realizar jabones artesanales.
Dejar macerar al sol hasta que observaremos que el aceite cambia de color, tiñendose de rojo.
Colar el aceite y guardar en un bote de cristal en un lugar preferentemente seco, fresco y a oscuras. Y ya está listo para usar.
Almacenar máximo 1 año.